Las distintas técnicas y formas de entender el arte de los miembros de la Asociación de Artistas se dan cita desde la semana pasada en una nueva edición del Salón de Otoño, que la entidad celebra por segunda vez en la Casa Museo Casares Quiroga. La exposición colectiva, de carácter bianual, reunirá hasta el 1 de noviembre la obra de cerca de una treintena de socios de la institución, que buscan aumentar su visibilidad y difundir el nombre de su formación a través de esta muestra fuera de su sede expositiva.

Óleos sobre lienzo, acuarelas y técnicas mixtas son algunas de las tendencias que agrupa la exhibición, que incluye materiales como la madera. Sus artistas, algunos nuevos desde el I Salón de Otoño de hace dos años, mezclan expresionismo y realismo para dar forma a todo tipo de temáticas, que encuentran su punto común en la inspiración que despierta la ciudad a la hora de pintar. "En la sala hay muchas obras de A Coruña. Los artistas suelen pintar su paisaje urbano, y también bodegones y escenas costumbristas", explica Miguel Zelada sobre las piezas.

El director de la asociación se declara "satisfecho" con la muestra, a la que ha contribuido con su propia obra. Una pintura cubista, tendencia que le apasiona, es la creación que firma dentro del conjunto, en la que ha reunido sus mayores influencias artísticas. "Solana, El Greco, Picasso y Van Gogh son mis ídolos a lo largo de la historia de la pintura. Fruto de eso he tenido épocas cubistas, es un estilo que me llama mucho la atención", explica el autor, que se quedó "sorprendido" por el gran recibimiento que la exposición ha tenido este año a nivel de público.

En el acto de inauguración del pasado miércoles, la sala acabó llena entre curiosos y artistas. Zelada valora la exposición de un modo más positivo que la de la primera edición, con la que la institución iniciaba un proyecto pensado para alargarse en el futuro. "Nuestra idea era que se perpetuase en el tiempo, y que se convirtiese en un clásico de la asociación", asegura el director de la entidad, que ve en el Salón de Otoño una suerte de "política expansiva".

Difundir "todos los estilos que caben" dentro del grupo, y dar a conocer su nombre más allá del número 32 de Riego de Agua es el objetivo de esta exposición colectiva, para la que hace un par de años la asociación empezó a crear sinergias con otros enclaves. "En nuestro local hacemos las muestras individuales, pero para las colectivas la sala nos queda escasa. Exponer en otras entidades es un modo de salir de la sede y que nos conozcan", explica el director, que apuesta por salir de la ciudad y exponer también en otros municipios.

Este verano, la estrategia la probaban en Culleredo, donde la muestra dio buenos resultados. La mayor visibilidad que persigue podría ser un contrapeso para los "escasos medios económicos" con los que la asociación dice lidiar en su crecimiento, pero frente a los que se mantiene positiva. "La crisis y el fallecimiento de algunos miembros han limitado algunas de nuestras actividades, y han hecho que de los 170 que éramos hace años pasemos a 60. A pesar de las limitaciones, sin embargo, cada vez estamos logrando una mayor cohesión y colaboración entre los socios", cuenta Zelada, que prepara la introducción de un Salón de Primavera para el próximo año.

El proyecto, que tendrá lugar en Afundación, se intercalará así con el Salón de Otoño que ya está en marcha. Tras su cierre en noviembre habrá que esperar para volver a disfrutarlo hasta el 2020, en el que se estudia ofrecer una exposición de carácter monográfico.