Cuando llega el otoño, el Museo coruñés de Belas Artes organiza los domingos, en sesión matinal, un pequeño ciclo de conciertos de cámara que siempre tienen interés; hasta el punto de que, con frecuencia, la capacidad del salón de actos resulta insuficiente para acomodar a todo el público que desea asistir. Para estos casos, se disponen sillas supletorias que incluso en ocasiones ni siquiera son bastantes. Se inauguró el ciclo con un concierto de tres jóvenes músicos gallegos que afrontaron un programa amplio, original y de notoria dificultad. Comenzó con la transcripción que realizó el músico italiano Alfredo Casella de una sonata de Sammartini; el resultado es una hermosa partitura, respetuosa con la del músico barroco, que se escucha con agrado. Siguió una obra del compositor gallego Eligio Vila (padre y profesor del pianista de la agrupación); se trata de una sonata para violín y piano en la cual Vila pone de manifiesto un lenguaje ecléctico, moderno y tradicional. A continuación, se interpretó un trío de corte clásico, a pesar de que su autor, el barcelonés Lluis Benejam, pertenece de lleno al siglo XX. Y, en fin, concluyó el acto musical con el Trío número 1 de Shostakovicvh que, pese a ser una obra juvenil, un trabajo de clase para el conservatorio de San Petersburgo, anuncia ya al gran compositor ruso que habría de ser una de las glorias musicales del siglo XX. El publico, con presencia de muchos oyentes inhabituales, mostró su entusiasmo a lo largo de todo el concierto aplaudiendo incluso entre cada uno de los movimientos de las obras interpretadas.