Triunfaron hace tres años en el teatro Colón, y esta semana vuelven dispuestos a reconquistar la ciudad. El Chicago Mass Choir, reconocido como uno de los coros góspel más potentes de la escena musical, regresarán esta tarde a la sala que les dio su primera acogida en A Coruña para acompañar las fiestas navideñas, que celebrarán a golpe del jazz y soul más esperanzador. De la mano de Cávea Producciones y del ciclo Los Grandes del Góspel, el grupo de Chicago aterrizará en la urbe a partir de las 20.30 horas, para interpretar clásicos tan conocidos como Oh happy day y When the saints go marching in.

Alrededor de una veintena de cantantes serán los que suban a escena para dar vida a estos iconos de la música góspel, a la que se sumarán melodías menos conocidas. Junto a las joyas del blues, en su actuación la coral abrirá la puerta a canciones más alejadas del imaginario colectivo, pero no por ello menos participativas de cara a las gradas. "Los arreglos que manejan tienen muchos riffs y repeticiones que invitan a tomar parte al público, aunque no conozcan los temas", explica el organizador del ciclo, Luis Manjarrés.

El director artístico aconseja a los coruñeses no olvidar "los zapatos de baile" en el concierto de esta tarde, que define más como "una fiesta" que como una actuación. Las palmas, los taconeos, y los coros desde las butacas son algunas de las actitudes que el coordinador enumera como efectos secundarios del espectáculo, que ha cosechado en esta tercera gira española llenos en el Teatro Jovellanos de Gijón y el Teatro Fernán Gómez de Madrid. "Una de las consignas que tienen es: Don't take prisioners, just kill all of them. Es decir: 'No hagáis prisioneros, rematad directamente al público", dice Manjarrés, que confía en lograr en el Colón un éxito similar al alcanzado en 2015.

El recorrido del grupo, que nacía hace ahora 30 años, hace pensar en un triunfo más que probable. Tras su fundación en un taller del Kennedy-King College, el Chicago Mass Choir se lanzaba a una campaña de conquista musical que ha llegado hasta Europa, y que ha logrado en el camino más de un galardón. Varias nominaciones a los premios Grammy, la colaboración con Bob Dylan en Gotta Serve Somebody y su sentido homenaje al músico B. B. King forman parte del nombre que se ha construido el grupo, que se hacía en 2017 con la Stellar Award al mejor coro del año. "Es el premio de góspel más prestigioso que hay en Estados Unidos, y ellos saben lo que es ganarlo en varias ocasiones", apunta el director, que desecha sin embargo el currículum de la banda en favor de "lo que hacen en el escenario".

Sobre las tablas, indica Manjarrés, el Chicago Mass Choir interpreta un góspel que eleva y que "toca al mismo tiempo una tecla del alma". "Es como la ley de la gravedad, pero al revés. Con la ley de la gravedad caes, pero con el góspel subes hacia arriba", afirma el responsable, que señala las Navidades como una fecha especialmente generosa para el género.

Sus mensajes espirituales y de esperanza, y sus melodías intergeneracionales para un público "de los 8 a los 80 años" lo convierten según el director en un tipo de música propicio para estas fiestas, que la coral ha aprovechado para hacer su recorrido por el país. Desde el inicio de su tour el 5 de diciembre en la capital, el coro ha pasado por ciudades como San Sebastián, Zaragoza, Murcia y Barcelona hasta llegar esta tarde a suelo coruñés. A la parada en la urbe le seguirán los conciertos del Pazo da Cultura de Narón y el Auditorio Riojaforum de Logroño, donde el grupo cerrará su gira.