Lleva más de 60 álbumes a la espalda, pero la música no deja de sonar en la cabeza de Wim Mertens. El compositor y pianista belga, que cumplirá el próximo año las cuatro décadas de trayectoria, presenta un compendio de nuevas composiciones en That which is not, su último trabajo, con el que continúa tratando de mostrar "las posibilidades" de la música. Sus melodías más recientes las compartirá este viernes con un directo en el Colón (20.30 h.), con el que iniciará su tour 2019.

-En su anterior álbum, Cran aux Oeufs , apostaba por un retrato de la Europa actual y su crisis. ¿Habla también That which is not de la realidad social?

-Creo que mi aproximación a la composición siempre ha estado unida a la realidad social, porque la música no existe completamente separada de ella. Siempre está conectada, y trato de traducirla de un modo puramente musical.

- Muchos se dirigen a su discografía de los años 80 para situar este nuevo trabajo, ¿ve conexiones con esas primeras obras?

-Ah, sí. Incluso aunque yo no trate de buscar una continuidad, creo que siempre está ahí. Mi música es como un tipo de karma, porque incluye conexiones con cosas con las que ya estás familiarizado. Esos elementos son cruciales para mí y para las audiencias.

-Cumple dentro de poco 40 años actuando ante ellas?

-Sí, ha sido un viaje muy largo. Esos 40 años se celebrarán a finales de año, y especialmente en el 2020, y hasta entonces ha habido diferentes aproximaciones en la realización musical. Mi primer álbum fue electrónico, podrías mezclar el piano con sinfónicas, con conjuntos musicales? Creabas poco a poco tu propia orquesta. Este álbum, That which is not, incluye a casi 20 músicos, por lo que se podría decir que también es un intento de crear una orquesta con unos sonidos muy específicos.

-Y muy ligados a las imágenes.

-Sí. Están muy relacionadas con estas piezas.

-¿Qué puentes ve entre estética y música?

-He escogido el título de That which is not precisamente por eso. Por el simple motivo de que la música es un medio para decir algo sin usar significados convencionales, y sin un mensaje explícito. Desde la historia más lejana hasta hoy, la música nos ha dado la posibilidad de liberarnos de instituciones que creo que están demasiado reguladas. Y esa es una de las razones por las que tiene ese impacto universal.

-El de sus composiciones fue muy grande dentro del panorama musical del momento.

-Para mí es el modo más natural de presentar la música. Presento las composiciones en distintos formatos, solo, dúo? De ese modo creas una apertura. Eso es lo que te permite trabajar con una actitud contemporánea. Porque la música contemporánea se ha enlazado demasiado tiempo con un solo instrumento, y eso cierra la música. Mi ambición es repararlo, y tocar con distintos arreglos.

-En España siempre ha disfrutado de grandes éxitos, ¿es mayor aquí la apertura musical?

-La primera vez que fui a España, sentí inmediatamente esa apertura, y la posibilidad de escuchar música apegada a la vanguardia. Creo que es un fenómeno muy interesante.

-Pero también da la impresión de que la opinión pública se ha quedado estancada en lo conocido...

-Tenemos, por supuesto, diferentes movimientos musicales en Europa, pero estamos muy concienciados sobre la reproducción y la interpretación, y quizá menos sobre desarrollar nuevos elementos en la música a nivel rítmico y armónico. Hay muchas objeciones ante estos elementos de cambio, pero en mi caso son un impulso para continuar en el camino que me he marcado y mostrar las posibilidades que hay, que espero que inspiren a las nuevas generaciones de hombres y mujeres para componer.