Solo 24 horas y su grupo de Músicos del Apocalipsis. Eso es todo lo que ha necesitado Micah P. Hinson para la grabación de su último trabajo discográfico, When I shoot at you with arrows, I will shoot to destroy you, que interpretará mañana en Le Club como parte del ciclo Son Estrella Galicia. El músico estadounidense, habitual en la escena gallega, compartirá una selección de sus nuevas composiciones, en las que queda patente el vínculo del artista con la comunidad. La Catedral de Santiago, y los 24 músicos esculpidos que rodean en ella la estatua del apóstol, son la piedra angular del álbum, que sonará a partir de las 21.30 horas.

-Lo primero que sorprende de su disco es su conexión gallega.

-Es por una larga historia. Esencialmente, mi mujer y yo queríamos tener hijos, y los médicos nos dijeron que no podíamos. Y debieron de ser seis veces las que fui a Santiago. Cada vez que iba, me metía en la Catedral, me encontraba pensando en la idea de un milagro? Esas cosas en las que los seres humanos pensamos. Y terminamos teniendo un hijo. No sé si hay una conexión, pero en mi corazón es lo que creo.

-¿Se convirtió en un buen lugar para la inspiración?

-Para mí fue una buena inspiración no para la música, sino por la idea de los músicos del Apocalipsis. Esos 24 músicos que parecen estar aguardando porque Santiago alce sus manos y todo empiece?

-Su anterior disco, The holy strangers , también tenía cierto toque religioso. ¿Estamos ante una continuación?

-No lo creo. The holy strangers contaba la historia de una pareja que creía en diferentes dioses. Les pasaban distintas cosas en sus vidas y ellos seguían creyendo. [Duda] No, no creo que sea una continuación. Simplemente esa idea estaba flotando a mi alrededor.

-Suena a que es una persona muy espiritual, de todos modos.

-Diría que soy una persona espiritual, pero no religiosa, porque la religión encierra muchas reglas. Pero tengo que creer que hay? [Hace una pausa] Sí, definitivamente soy una persona espiritual. Fui criado en el cristianismo, y cuando has sido criado en una religión resulta difícil librarse de ese tipo de cosas.

-En este álbum explora la idea del apocalipsis. ¿Ha habido más finales o más comienzos para Micah P. Hinson?

-[Lo piensa] No lo sé, es una buena pregunta. Supongo que debería haber dos montones iguales, porque nunca ha habido finales que fueran permanentes. Las cosas bonitas comenzaron con mi esposa, entonces pensé que había recibido una especie de redención o perdón. Pero si hablamos de mi accidente de espalda o el accidente de coche en el que estuve involucrado? Sería un mentiroso si dijera que he superado todo eso.

-Que conoce el dolor se ve en todos sus discos, pero aquí parece haber también mucha rabia.

-Creo que siempre ha estado ahí, siempre está en la punta de mi lengua. A mis canciones les gustan las pasiones, nunca escribí nada domesticado. Si miras a través de todos mis discos, creo que se puede ver que nunca hay un nuevo comienzo, todo suena a mí.

-Y a Texas, donde tiene predilección por grabar sus trabajos. ¿Estar cerca del hogar hace que todo suene mejor?

-Creo que sí, porque le das ese sonido del hogar, aunque ahora desde que tengo a mis hijos es más difícil estar en mi estudio, y escuchar algo cuando hablan y gritan. Pero otras veces lo que ocurre es perfecto, y creo que es muy importante.

-Esta vez grabó en un tiempo récord, un día.

-Porque quería que fuera como una emergencia. No quería que la banda supiese lo que iba a hacer y pensé que al hacerlo de este modo se demostraría que en este mundo las personas pueden crear algo juntas sin ensayar. Pienso que fue bueno, hubo una comunión.

-Es algo similar a lo que los peregrinos buscan en el Camino. ¿Usted persigue lo mismo con sus canciones?

-[Duda] No se cómo contestar a eso. Pienso que las personas hacen la caminata, hacen todo el recorrido, y dicen: "He conseguido esto, es lo máximo que he hecho en la vida". Pero yo no me siento así. Tendría miedo si pensara así respecto a la música, si pensara que he llegado al punto culmen y que no puedo ir más lejos.