Si exceptuamos la breve fanfarria que Strauss compuso como homenaje a la Orquesta Sinfónica de Viena, las tres restantes obras del programa pertenecen al siglo XXI. ( El Poema alpestre, de 1999, justo en el límite). Dusk, pieza breve e irrelevante, pretende describir las sensaciones contradictorias que experimenta el autor ante el crepúsculo. El Concierto de Varsovia es una obra compleja donde el compositor rinde homenaje a Lutoslawsky. Según se informa en el programa, se utilizan melodías folclóricas polacas, dodecafonismo y serialismo, superposiciones de terceras y clusters, formas en cadena, aleatoriedad controlada? Todo este despliegue de técnicas diversas debería dar como resultado una obra muy interesante; pero la verdad es que al público no le gustó. En todo caso, nada que ver con el homónimo concierto para piano y orquesta que compuso Addinsell para la película Dangerous moonlight (en España, Aquella noche en Varsovia). El poema alpino, de Cesarini, es una preciosa partitura que constituye un homenaje doble: a Richard Strauss y su monumental Sinfonía Alpina, y a Thomas Mann, autor de La montaña mágica", una de las mejores novelas del siglo XX. De exuberante riqueza instrumental (incluye la máquina de viento que también utilizó Strauss en la obra mencionada y en el genial poema sinfónico, Don Qjuijote, nuestra Banda realizó una versión soberbia. Gasperin dio muestras de hallarse muy satisfecho con el resultado y, si bien en la primera parte mostró su lado más repetitivo y rutinario, inmerso en la partitura y marcando una y otra vez el compás (lo cual esta Banda no precisa), con esta obra se reivindicó en gran medida. Como bis, una transcripción de la suite de El caballero de la rosa, también de Strauss: una verdadera ampliación del programa.