Cuando Paola Guimeráns estudiaba en Estados Unidos, se encontró de frente con un enfoque de la tecnología que acabó por condicionar sus pasos futuros. "Estudié Bellas Artes, pero me especialicé en nuevas metodologías de aprendizaje de las TIC. Muchos museos de allí ya están apostando por la tecnología, pero aquí vamos con siete u ocho años de retraso", explica la artista, que investiga desde entonces las posibilidades didácticas que se gestan en la frontera entre la plástica y lo digital. De la suma de ambas es de la que sale su proyecto para la Fundación Barrié, en la que espera empezar a subsanar ese atraso en las nuevas rutas educativas. La próxima exposición de la entidad, Trazos maestros. Dibujos holandeses y flamencos del Victoria and Albert Museum, contará desde su apertura el 1 de marzo con un programa didáctico diseñado por la investigadora, que pretende conducir a sus participantes desde el arte hacia el pensamiento computacional.

El conjunto de actividades, orientadas a escolares y a público familiar y con diversidad funcional, comenzarán siempre con una visita guiada, a la que seguirá un taller gestado bajo la idea del "hazlo tú mismo". Utilizando todo tipo de herramientas innovadoras, como la pintura conductora de electricidad, los asistentes tendrán que reinterpretar las obras con técnicas tradicionales, a las que añadirán luego la programación para convertir sus piezas en pianos, videojuegos o fanzines interactivos. "Consiste en que desde la plástica los niños terminen programando, y que reflexionen sobre la idea de la técnica. Estamos en un momento en el que la robótica está en todos lados, y tiene que haber una generación que pueda pensar de forma sistémica", explica Guimeráns, que enfocó su programa "en la línea de lo que se está haciendo" en el Victorian and Albert Museum.

Las obras que el centro cederá de forma temporal para la nueva muestra de la Barrié serán precisamente el punto de partida de cada actividad. Grandes nombres como Hans Bol, Rubens, Rembrandt y Paul Bril servirán de base para los talleres, que contarán con distintos niveles en función del colectivo al que se dirijan.

En el ámbito escolar, los alumnos de infantil reimaginarán paisajes de Matthijs Cock y Bol a base de acuarelas, cuya agua detectará la placa Makey Makey para convertirlas en paneles táctiles y poder dotarlas de sonido. La misma herramienta, y el lenguaje de programación Scratch, lo usarán los estudiantes de Primaria en una actividad con pintura especial que conduce la electricidad, con la que reinterpretarán obras de Rubens y trabajarán sobre un videojuego.

Un escalón más subirán los alumnos de Educación Secundaria, que diseñarán un cartel interactivo a partir de dibujos religiosos, mitológicos y alegóricos de Rembrandt, Van Dyck y Jacob Jordaen. También con programación tendrán que desarrollar los escolares de Bachillerato su fanzine sobre la naturaleza de Paul Bril y Jan Breughel, que se convertirá en una interfaz interactiva con una placa conocida como Bare Touch. "Será como si tocases un periódico y saliese sonido. Los alumnos tendrán que grabar con móviles y crear una narrativa", explica Guimeráns, que explorará la misma idea de pintura musical en los talleres familiares.

Su asociación entre dibujo y música, y la estampación de sellos pensada para grupos con diversidad funcional, cierran la oferta didáctica de la investigadora, que destaca la importancia de educar a los niños a través de los caminos que mejor conocen. "Ahora los más jóvenes están totalmente conectados a las nuevas tecnologías. Trabajar con herramientas en las que se reconozcan es clave", apunta la experta, que valora sin embargo el peso del arte en el aprendizaje computacional.

La que fuera becaria de la Fundación Barrié apuesta por una unión entre "tradición e innovación", en la que "el arte tiene que estar incluido". Reconoce que muchas veces se produce un enfoque de la robótica que puede resultar monótono, y que llega a mejorar por medio de la plástica. "La robótica es muy interesante, pero en ocasiones se queda escasa en creatividad. Mi especialidad es trabajar con las dos áreas", añade la investigadora, que espera que su propuesta dé el salto a las aulas como vehículo para enseñar otras materias. "Uno de los objetivos es llegar desde la exposición a los colegios. Al final es una apuesta por innovar en la educación en Galicia", zanja.