El carnavalismo ignora la lluvia y cualquier revés meteorológico y sale a la calle para lucir sus disfraces. La calle de la Torre, epicentro de la fiesta choqueira del Entroido coruñés, se quedó ayer vacía por culpa del temporal que ha puesto en la ciudad la alerta amarilla. Con agua y viento, los concursos cambiaron de escenario y se celebraron en el patio cubierto de la Grande Obra de Atocha y los conciertos previstos de Rockers go to Hell fueron suspendidos. Pero hubo fiesta, desde luego.
Niños, jóvenes, adultos y mayores demostraron un año más que no pierden inventiva para idear disfraces y pasárselo bien en Carnaval, esta vez con chubasquero o paraguas como complemento de sus diseños. Sin la calle de la Torre disponible, la calle San Juan, por donde se accede al patio de la Grande Obra, concentró a los disfrazados y a los no disfrazados cuando la lluvia dio un poco de tregua, con desfiles improvisados y animación musical festiva frente a las cafeterías abiertas.
Deportistas, animales, superhéroes, personajes de Harry Potter y de Mary Poppins, peregrinos, culturas del mundo y hasta una "herculina marchosa con chupete" junto a una réplica de la Torre de Hércules desfilaron con sus creaciones en el concurso infantil, presidido por el alcalde, Xulio Ferreiro. Los cuatro premios infantiles, dos disfraces y dos choqueiros, fueron para Bella y su Castillo, Duende del Reciclaje, Luis y Mateo Álvarez y uno grupo de alienígenas.
El edil de Culturas, José Manuel Sande, al frente del jurado de la categoría adulta, lo tuvo difícil para escoger a los mejor vestidos. Por el escenario pasaron superhéroes de grandes dimensiones, cajeros de supermercado, los Simpsons, indígenas, abejas velutinas, mesas de casino y disfraces creados con cromos de futbolistas entre 53 participantes. Mazinger Z fue el ganador individual y Os marchosos heroes do Entroido, el colectivo. También hubo premio, entre otros, para Botelleitor y el Casino choqueiro.
