En enero de 2018, se estrenaron en la antigua Fábrica de Tabacos dos fragmentos de la ópera que, sobre la novela, La tribuna, de doña Emilia Pardo Bazán, escribieron Javier Ozores (libreto) y Gabriel Bussi (música). Se interpretaron en versión de canto y piano. En esta ocasión, se programó una suite orquestal, extraída de la ópera e integrada por tres piezas: Obertura y enamoramiento, Nana de Amparo, y La llegada de la Unión del Norte y La ruptura de Baltasar. Bussi ha utilizado una rica instrumentación; ello, unido a que el compositor se mantiene fiel a la tradición musical del romanticismo, hace que el público acoja la partitura con agrado porque se escucha sin dificultad. El autor recibió muchos aplausos. Brillante lectura de la orquesta, bien conducida por Pons. El maestro catalán es un especialista en la música contemporánea, incluido el siglo XX. Su versión del concierto de Ravel fue espléndida, con el inestimable concurso de Colom que estuvo a gran altura; tal vez haya sido esta la ocasión en que su interpretación ha gustado más. No será fácil escuchar el segundo movimiento con tanta transparencia y tan sutil juego de volúmenes. Actuación memorable de la Sinfónica en esta hermosa y difícil partitura. Llenó la segunda parte la Cuarta Sinfonía de Brahms, ese monumento sonoro que siempre provoca el entusiasmo del público. Buena versión, en conjunto, teniendo en cuenta la enjundia de una sinfonía que todas las grandes orquestas y las más eminentes batutas han abordado con desigual fortuna. Hubo, sí, algún desajuste, ciertos pasajes en volúmenes excesivos y, acaso sobre todo, momentos en que los planos sonoros no se dispusieron con la necesaria jerarquización; pero hay que rendirse ante un precioso segundo movimiento (lo mejor) y un tercero más que estimable.