Se puede contar una historia con la danza como único medio de expresión y comunicación? Hay cientos de grandes ballets para demostrar que sí es posible. Pero lo que no parece tan fácil es utilizar el arte coreográfico para narrar la biografía de un músico ciego. Pues eso han hecho los coreógrafos, Mercedes Suárez „nuestra entrañable Chedes„ y Kenneth Tindall, con este hermoso ballet titulado Maestro Rodrigo que cuenta la historia de un niño que pierde la vista y llega a ser un gran compositor. Ello se realiza en tres escenas: los sueños de la infancia; la ida a París donde conoce a la que será su esposa y fiel colaboradora, la pianista, Victoria Kamhi; y el regreso a España donde le espera un éxito fulgurante: la composición del célebre Concierto de Aranjuez y su difusión en el mundo entero. Con todo, la obra de Rodrigo no se agota ahí; de hecho, escribió mucha y muy buena música que integra un catálogo, amplio y que abarca casi todos los géneros musicales. En este ballet se utilizan algunos fragmentos de sus composiciones con gran acierto en la elección; entre ellos, Concierto in modo galante, Concierto de estío y Cántico de la esposa. Tan sólo un reproche por algo que puede ser fácilmente corregido: el excesivo volumen utilizado. Todos los bailarines, excelentes; de manera especial los cuatro protagonistas. Pero también los que forman el cuerpo de baile, incluidos los niños. La función fue un gran éxito. El público manifestó un gran entusiasmo. Por la elegancia y el buen gusto del montaje, incluida la elección de la música, este ballet merecería ser repuesto.