Cuando a Bitty McLean le preguntan por su pasión por el reggae, a la mente siempre le viene la misma imagen: la colección de música de su padre. "Escuchaba a The Professionals, The Aggrovators, The Revolutionaries...", recuerda el británico, que comenzó a probar su voz sobre las pistas. Tras una meteórica carrera durante los 90, en la que llegó a grabar con UB40, McLean mantiene el entusiasmo intacto. El próximo 14 de septiembre aterrizará en la sala O Túnel del Coliseum (01.30 h.) como parte del Bless Festival, en el que presentará su disco Love Restart.

Ya era conocido como un cantante romántico, y con este disco potencia ese perfil.

Es que disfruto escribiendo canciones sobre el amor, y sintiéndolo, no solo a través de mi propia experiencia, sino como testigo del mundo en el que vivimos. El amor no es una cosa unidimensional. Puede ser muy simple, pero también muy complejo...

En el álbum también habla de reinicios, ¿este disco es un nuevo comienzo?

Cada disco lo es. Con cada álbum tiendo a empezar de nuevo con un lienzo en blanco. Sobre todo, porque pienso que deben tener un concepto que conecte todas las canciones. El caso de Love Restart es una muestra de mi crecimiento como un cantante y compositor que lucha por la coherencia. También es testimonio de que Sly Dunbar y Robbie Shakespeare [productores del disco] todavía están a la vanguardia, trabajar con ellos mantiene el nivel alto.

Al principio no se lo creería. Era seguidor suyo desde niño.

Sí. Yo crecí escuchando a los grandes músicos jamaicanos, cortesía de la colección de discos de mi padre. Tanto juntos como separados, Sly y Robbie fueron parte de muchos grupos diferentes como Skin Flesh and Bones, que tocaban éxitos en los 70.

También estaba Fats Domino, al que versionó en sus primeros hits. ¿Cómo se adaptó a salir del anonimato?

El éxito es muy adictivo, pero la fama nunca fue mi motivación en la música. Y estar cerca de un buen equipo me mantuvo enfocado.

¿No le asustó que su presentación no fuera con música propia, sino con aquel It Keeps Rainin?

La influencia del jazz americano es enorme, y fue el dancehall original en Jamaica antes de que sus productores comenzaran a grabar música de cosecha propia. Así que para mí grabar It Keeps Rainin fue rendir homenaje a nuestras influencias...

Hoy parece que se hayan diluido, en ese cajón del reggae británico del que se habla.

Yo odio los títulos como reggae británico. Precisamente porque restan valor a la raíz de Jamaica, y a su importancia. El reggae tiene un legado muy importante debido a ciudadanos jamaicanos como mi padre, que emigraron y trajeron sus tradiciones.

Dice que ahora la escena reggae en Reino Unido ha caído. ¿En qué nota el desplome?

Muchos clubs no permiten tocar reggae, no más que una o dos canciones tal vez. Así que los locales son probablemente la mayor caída. También soy crítico con el declive de los cantantes pero, afortunadamente, están de regreso.