Mezclan pop, trap y rhythm and blues, y lo envuelven todo bajo un nombre al que, reconocen, les gustaría haber dado un par de vueltas. "Nos trae muchos dolores de cabeza. Todo el mundo lo escribe con ñ automáticamente", lamenta entre risas Nacho Zayas, miembro del dúo Hnos Munoz. Junto a Álex Rosano, cocapitán de este proyecto andaluz con sede madrileña, el grupo traspasa desde hace unos años las fronteras de la conocida como música urbana, para transformar sus vivencias en composiciones suaves salpicadas de autotune. Esta noche las comparten en el Cormorán Fest con un concierto en la sala Mardi Gras (22.00 horas), donde actuarán acompañados de Oh Ayatollah y Cabiria.

El Cormorán Fest lo integran títulos alejados de los circuitos comerciales. ¿Sienten que su música rima con ese registro de creación intimista?

Álex Rosano: Nosotros empezamos con esa actitud, pero no creo que estemos cerrados exclusivamente a ese mundo. Intentamos abarcar todo lo posible. Nos parecen muy guay estas cosas más underground, pero apuntamos a otras más comerciales.

También apuestan por los sentimientos, donde otros en la escena urbana hablan de ego y violencia.

Nacho Zayas: Buscamos cierto sentido lírico, pero tampoco nos gusta llevarlo a lo extremadamente banal. Tratamos lo que dices, vivencias, porque es lo que nos sale.

Á. R.: Yo creo que ocurre por nuestra situación socioeconómica. No somos gente que haya vivido muchas penas, y no nos sentimos con derecho a hablar de algo más duro.

Da la sensación de que cada vez más artistas del género empiezan a mirarse hacia dentro y no tanto hacia fuera. ¿Es un cambio de tendencia?

Á.R.: Sí. Muchas veces, como estamos hablando de una escena tan novedosa, hay ciertos patrones establecidos que la gente suele seguir. Pero ahora de pronto se ha dado un vuelco, y se ha mezclado esta música con el pop, y ahí sí que van implícitas nuevas estructuras.

¿No están de acuerdo entonces con Dellafuente, que decía que el verdadero trap solo puede hablar de la calle?

N. Z.: Es que nosotros para nada consideramos que hagamos trap. Aunque comprendo que la gente lo defina así, porque compartimos muchos matices musicales. Pero es un género relativamente nuevo, y no ha dado tiempo a ver cuántas vertientes pueden surgir de él. La música urbana la veo como el indie...

¿Una de esas cosas de las que todos hablan pero que nadie sabe qué es?

N.Z.: Claro. En el indie entra casi cualquier grupo que tenga guitarra, aunque no tenga nada que ver en cuanto al concepto de los temas. En el trap la gente reconoce algunas cosas como el autotune, y ya dicen que una canción lo es...

Hoy que se exige una autenticidad tan radical, ¿no les censuran por el autotune?

Á.R.: Había como una especie de tabú raro, pero creo que ya ha pasado. Es un elemento que puede usarse de forma tan creativa como una guitarra. Nosotros no hemos tenido críticas por el momento, pero supongo que sí se nos ha encuadrado en ciertas cosas a menudo por usar ese recurso.

Su carrera comenzó haciendo música para otros, ¿Qué les frenaba para saltar a primera línea?

N.Z.: Lo que faltaba era encontrar el contexto adecuado. Hacíamos música antes de conocernos, yo hacía vídeos y Álex producía. Y, cuando nos conocimos, empezamos a desarrollar cosas nuevas. De pronto surgió lo de: "Hacemos esto y cantamos".

Su último EP, Manantial, incluía temas como Demo. ¿Su primer largo seguirá siendo una muestra o ya será una apuesta como artistas?

N.Z.: El trabajo que estamos preparando ahora se aparta un poco de Manantial y de los anteriores, y es verdad que le estamos prestando mucha más dedicación, porque vemos que existe la oportunidad de llegar más lejos. Con cada nueva cosa que vamos sacando se abren nuevas puertas. Eso es algo de lo que pecábamos antes. Al principio no nos tomábamos tan en serio, porque no sabíamos si lo que estábamos haciendo era relevante.