Se llama Mark Kastner, pero en los platos todos le conocen como Galaxian. El Dj de Glasgow participará el viernes a las 00.30 h en el Fanzine Fest de la Fundación Seoane, donde tocará sus trabajos Coming up for air y Self/No-Self.

¿Quién es Galaxian debajo de la máscara y los cascos?

Otro personaje al que llaman Mark. La idea la tomé del underground, en el que se usan máscaras para centrar la atención en la música en lugar de en quien la toca.

Se pone una máscara física, ¿otros llevan una invisible?

Creo que la mayor parte del tiempo sí, llevamos una especie de máscara metafórica. Es un medio de supervivencia, de confort...

Dice que "hemos perdido la conexión con la verdad". ¿En qué nos estamos equivocando?

¿Cuántas columnas tienes? (risas) Nos han enseñado a actuar patológicamente desde una posición centrada en el ego. Estamos entrenados para actuar unos contra otros, y no nos importa, porque tenemos Instagram, Netflix, y los influencers para consolarnos. Me entristece un poco que, en esta etapa de la historia, todavía estemos teniendo las mismas peleas sobre las mismas cosas que nunca han funcionado y que nunca funcionarán.

Su EP, Coming up for air, coincide con ese tono pesimista.

La canción parte de un período desafiante de mi vida, el fin de una relación. Mi trabajo suele ser más personal de lo que le atribuyo. Nunca atraerá tanto como la música de fórmula, pero espero que algo pase la prueba del tiempo.

¿La música electrónica no le habla siempre al futuro?

No. Mucha está instalada en el pasado, atascada. No está dispuesta a arrastrar su culo al presente, y tampoco le importa el futuro.

Usted se encontró en los 90 con ella, al quedarse en paro. Cuando parecía que la vida le había dado un revés, le dio una oportunidad...

La vida está llena de reveses, y a menudo coinciden con períodos afortunados. Por ejemplo, cuando en 2016 lancé un disco con Dj Stingray, recibió críticas excelentes. Pero, mientras la gente me decía lo bien que me iba, yo estaba al borde de la indigencia, en un centro para personas sin hogar. Me ha llevado tiempo llegar a este punto, y siento que todavía hay mucho por hacer.