Son cuatro las ediciones de la Gala Internacional de Ilusionismo que el mago Pedro Volta lleva a sus espaldas, espectáculos que él mismo dirige y produce. A la nueva convocatoria, que se celebra hoy en Palexco a las 18.00 y a las 20.30 horas, acuden magos de todo el mundo, que prometen números singulares y que revolucionan la idea de lo que supone hacer magia.

Es la cuarta edición de una gala que levanta sin ningún apoyo institucional. ¿Cómo se prepara un espectáculo de estas dimensiones?

Son muchos meses de trabajo, de preproducción. Los artistas vienen de distintos países. Para engarzar las fechas hay que hacerlo todo con mucha antelación. Las entradas estaban a la venta seis meses antes. Lo más difícil es crear la estructura de la gala para que tenga ritmo, que la gente vea magia pero en distintos formatos, ese es el trabajo de dirección artística. Es muy divertido cuando ves que funciona. De año a año intento que haya un cambio en los números.

¿Qué novedades incorpora esta gala con respecto a las de años anteriores?

Este año está Shezam, que viene de Italia, y hace una magia con faroles de luz como si fuera Aladdin, nadie sabe como lo hace, ni los magos. Es único. Tenemos a Dani Polo, que es un mago gallego, muy jovencito. Estoy encantado de tenerlo en el elenco. Hace un número con sombrillas muy original. Buscamos que la gente vea que cada mago propone algo diferente. Tenemos a Norbert Ferrer, que es premio mundial de magia, es un artistazo que en Francia tiene un reconocimiento brutal, pondrá el broche de oro. El dúo Lazer Wizards hace magia con rayo láser, es puro espectáculo. Está Marc Marín, de Barcelona, muy divertido, la gente se lo pasa genial con él.

¿Y usted?

Yo hago de maestro de ceremonias, para que la gente participe. Tengo un número en el que el público hará magia con sus propias manos, es algo más emocional.

¿Pasa desapercibido a veces el lado emocional de la magia por debajo del espectáculo?

La emoción forma parte de un espectáculo de magia. Lo bonito es que haya un abanico de sensaciones, emoción de ternura, de ensoñación, de añoranza, o espectáculo puro y duro. Es verdad que hay un cliché que se está perdiendo, el público está más educado y sabe que hay muchos estilos de magia diversos. Eso nos enriquece artísticamente.

Da la sensación de que cada día se es más escéptico, porque parece que la gente ya lo ha visto todo. ¿Se percibe así?

Creo que estamos en el mejor momento de la historia para hacer magia. Nunca antes ha acudido tanta gente a ver espectáculos de magia, estamos batiendo récords de taquilla en todo el mundo. Hay un cambio en el público: la gente está tan metida en sus dispositivos móviles que lo que quiere cuando va a pagar una entrada es tener sensaciones en directo. Cuando el mago te sorprende en directo, es lo que prevalece. Lo que queda tras ir a un teatro a ver un show de magia es una sensación de recuerdo para siempre.

El querer buscar un número sorprendente puede hacer que se corran ciertos riesgos. ¿Puede ser esta la causa del percance que tuvo en Got Talent ?

Era una experiencia que me apetecía vivir, y me daba la oportunidad de hacer un número con el que había estado cuatro minutos en parada cardiorrespiratoria, tenía la idea de superarme. En los ensayos salía, pero el directo a veces genera tensión en el cuerpo, lo que hace que merme tu capacidad o tu entrenamiento. Era más un reto personal que la idea de buscar audiencia. La intención era superarme, como cualquier profesional. Estábamos asesorados por técnicos especialistas en apnea, todo eso está muy controlado, pero en este caso es muy espectacular ver las imágenes. Si ves el programa, me repongo al momento, y eso es porque físicamente estoy preparado.

Cuando se prepara un espectáculo como este, a nivel mental, la concentración es fundamental.

Sí, es muy importante. Yo llevo mucho tiempo haciendo meditación y tengo mucha capacidad de sufrimiento, de aguantar en una situación hostil. Por muy entrenado que estés, es cierto que somos humanos y el cuerpo no reacciona como quisiéramos. Eso no quiere decir que no valga, estoy muy contento de haber participado en Got Talent.

Recibió más apoyos que críticas.

Sí, porque yo creo que el mérito está en hacerlo. Mucha gente cuando ve esto se da cuenta de que hay un esfuerzo real detrás, que no hay truco. Al final lo importante es la superación, es impactante si falla, pero ahora estoy mejor que hace un año, que es la clave.