Hugo Gómez Chao es un joven músico coruñés (24 años) de notable talento. Además de ser un compositor de reconocida valía, ha organizado un festival de música contemporánea, Resis, en la ciudad; y ha logrado crear un público adicto que sigue con gran interés los ciclos de conciertos que se programan. Como compositor, ha realizado obras de cámara del mayor interés. En este caso, ha abordado por vez primera la orquesta con una obra muy ambiciosa, de quince minutos de duración, encargada por la Sociedad General de Autores de España (SGAE) y la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS). Mediante el manejo de masas instrumentales que se enfrentan, se rechazan o se aúnan, Gómez-Chao describe, según sus propias palabras, "el amanecer en toda su plenitud, violento y salvaje". Tal vez, debido a esa imagen tan poderosa, me ha parecido observar en la obra de Hugo una cierta afinidad con el salvaje primitivismo de La consagración de la primavera, de Stravinski, sin que realmente exista parentesco alguno entre una obra y la otra. En todo caso, la partitura del coruñés requiere una audición más detenida, debido a su complejidad; hasta ahora habíamos podido admirar la claridad, la limpidez de las sonoridades de sus obras de cámara; pero aquí la densidad de la escritura orquestal dificulta la percepción profunda de la obra. Como si el bosque no permitiese ver los árboles. El Concierto para dos pianos, de Poulenc, es una pieza encantadora; el movimiento central crea un bello intimismo, que contrasta con los tiempos extremos (el primero tiene una deuda evidente con Bach; y el tercero es de un polimorfismo casi delirante). Los hermanos Justen, holandeses, son dos genios de 22 y 26 años que tocan en sendos pianos como si fuesen un solo ejecutante, tal es su grado de compenetración. Versión soberbia bien secundada por la orquesta. Y un bis: la paráfrasis del primer tiempo de la Sinfonía nº 40, de Mozart, que hizo estallar al auditorio en una tremenda aclamación. Una versión más bien discreta de la P rimera Sinfonía de Brahms dio remate al concierto. Mejor en los tiempos intermedios que en los extremos. Esta orquesta ha realizado versiones muy superiores con otras batutas.