El arte como terapia es una idea joven, pero que se ha ido haciendo hueco en la ciudad a base de insistencia. Los que la imparten defienden sus beneficios, y quienes la practican los ratifican después de atreverse, muchos por primera vez, a experimentar otras aristas de la música o el baile diferentes al simple entretenimiento. Disciplinas como la danzaterapia tienen entre sus metas lograr en sus alumnos una mayor capacidad para expresarse, un plus de integración y una mejora en la salud psicoemocional. Desde hace dos años, la Asociación Ardanzas ofrece en A Coruña todo este abanico de promesas, que orienta especialmente a lograr la creación de lazos entre los jóvenes, los mayores y los colectivos con diversidad funcional.

El pasado septiembre, la entidad fue una de las beneficiarias de los presupuestos participativos de la Universidade da Coruña (UDC), en la que aunó a todos los perfiles sociales bajo el paraguas del baile con Olladas. Hasta Navidades su espacio en la Normal reunió a un total de trece personas, que trabajaron las distintas formas de comunicarse a través de la danza, la narrativa y la plástica pictórica y fotográfica. La demanda fue más de la esperada por sus organizadores, que vieron cómo una veintena de usuarios quedaban en lista de espera. Para darles una nueva oportunidad, Ardanzas realizará desde mañana Pulsos, una nueva iniciativa, que desarrollará en el local de Aspronaga.

El proyecto estará impartido por la psicóloga y terapeuta Mar Sánchez, que tenderá puentes entre los alumnos todos los miércoles hasta el verano. En esta ocasión el ritmo será el protagonista de las aulas, en las que se trabajará alrededor de conceptos como los roles de género, la prevención de la violencia y la normalización de la diversidad. El audiovisual, la poesía y la escultura se sumarán a la iniciativa, abierta a cualquier persona interesada. Todas las sensibilidades están invitadas a Pulsos, que aguarda ser un punto de encuentro con el que crear sinergias en la ciudad.

Cuenta su responsable que "la meta es hacer visible la diversidad que todos tenemos", y fomentar el "desarrollo personal" de los participantes a través de una disciplina tan rica como el baile. "Desde la danzaterapia puedes explorar cosas como el empoderamiento, los límites o la toma de decisiones. El arte es una metodología muy útil tanto en intervención comunitaria como para conocerse a uno mismo mucho más", explica Sánchez. La psicóloga defiende que el movimiento permite expresar cuestiones que no encuentran otra salida, lo que beneficia especialmente a las personas con algún tipo de obstáculo psíquico o físico. "Es gente que tiene otra manera de estar, y esto es muy facilitador para ellos. En Olladas ha sido notable lo que han mejorado en conexión y apertura al grupo", añade.

En el nuevo programa, repetirán colectivos que ya participaron en la Normal, como la Asociación de Pais de Nenos con Problemas Psicosociais o la Asociación de Pais de Persoas con Espectro Autista. También los estudiantes de la Universidade Sénior y de la UDC, que fue el marco de Olladas el año pasado. Desde Ardanzas consideran su inclusión en la Universidade como "una puerta que se ha abierto", y que ha permitido además conectar el espacio educativo con "la ciudadanía". Será en su edificio cultural del Paseo de Ronda donde se realice la clausura del proyecto del 2019, en el que habrá una pequeña representación y una exhibición de murales y esculturas de cartón reciclado este jueves 23 de enero a las 19.00 horas.

Las piezas son el resultado de multitud de días de danza sobre la tarima. "Bailaban una hora, y después plasmaban en pintura lo que habían sentido", detalla Sánchez. La docente asegura que en Galicia este tipo de terapia "gusta", aunque el presupuesto sea "poco" y el avance, lento. La iniciativa que comenzará mañana será otro paso en el camino, al que podrán unirse hasta hoy los interesados en el teléfono 649283976 o el correo marsanchezfraga@hotmail.com.