Calificación: *** Director: Brian Kirk. Guión: Adam Mervis y Matthew Michael Carnahan, sobre un argumento del primero. Fotografía: Paul Cameron. Música: Henry Jackman y Alex Belcher. Intérpretes: Chadwick Boseman, Sienna Miller, J.K. Simmons, Stephan James, Taylor Kitsch, Keith David, Alexander Siddig, Louis Cancelmi, Victoria Cartagena, Gary Carr. Duración: 99 minutos.

Hay en esta película síntomas claros de que se han hecho las cosas con vigor y con experiencia en la materia, pero al mismo tiempo también salta a la vista que no se han limado todos los obstáculos que impiden que sea un producto redondo y ejemplar. Es más, se advierten las virtudes narrativas del director, el irlandés Brian Kirk, que no en balde se ha forjado estampando su firma en series de televisión de la talla de series como 'Juego de tronos', 'Broadwalk Empire' y 'Penny Dreadful'. Pero si eso es así y es un mérito indudable, también lo es que no culmine la cinta con la misma predisposición que la empieza e incluso que simplifique tanto las cosas para llegar a un final demasiado apañado. Algo que podría traducirse como que la película no está mal si bien podría ser mejor.

Utilizando como héroe a un actor afroamericano, Chadwick Boseman, que está escalando súbitamente a la fama, gracias en gran parte a ser el protagonista de Black Panther, Brian Kirk consigue por un lado reforzar al personaje de forma manifiesta, pero sin perder de vista, por otro, que el guion debe incluir aspectos de mayor rigor. Eso sí, poniendo de relieve algo que no es habitual, que el relato transcurra solo en unas horas y siempre por la noche y que el rodaje haya respetado escrupulosamente esa circunstancia. De hecho, se filmó en noches sucesivas a lo largo de ocho semanas sin concesión alguna. Eso es lo más interesante que nos depara.

Ya metidos en la historia, hay que reconocer que se han atribuido al protagonista, el detective de policía Andre Davis, facultades que podía haber heredado del más intrépido agente, de modo que la misión que se le encomienda es la más peligrosa y de mayor impacto que ha acaecido en Nueva York desde hace mucho tiempo, nada menos que el asesinato de ocho policías en el seno de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes. Es la ocasión de demostrar su efectividad, no solo descubriendo y eliminando a los culpables, porque él es un hombre que primero dispara y después pregunta, también destapando un brote de corrupción muy grave que ha germinado.