La 31 edición de los Premios Goya ha transcurrido en un tono "blanco roto", como el humor que ha practicado Dani Rovira, que ha reivindicado el papel de la mujer en el cine calzando unos zapatos rojos de aguja, en una noche en la que "Tarde para la ira" se ha llevado el Goya a la mejor película.

Rovira, simpático, ágil, tierno y dominando el escenario, se ha vestido también de Superman, pero no ha sido nada irreverente, ya que se ha andado con "pies de plomo" toda la noche, como ya dijo, no sea que luego en Twitter, como ocurrió el año pasado, le persigan con críticas muy duras e irrespetuosas.

Un Dani Rovira que se ha unido a todos los comentarios que muchas actrices han lanzado en la alfombra roja al entrar a la gala como la madrileña Cuca Escribano, que lució un chal que llevaba bordado el mensaje "más personajes femeninos", una idea que ha subrayado Ruth Díaz, María León, Candela Peña, Carmen Machi, Bárbara Lennie.

Para ilustrar esta reivindicación en defensa de más papeles femeninos, no dudó en calzarse unos tacones de mujer:

Aunque, eso sí, ha justificado con humor su tercer año consecutivo como presentador, le ha dicho a Donald Trump que cine se escribe "con i latina", y ha tenido también alguna pullita contra los políticos, a los que ha espetado que les iba a dedicar el mismo tiempo que ellos habían dedicado al cine, esto es nada, porque pasó de inmediato a otro asunto. Como cuando, al igual que en ediciones anteriores de los Goya, 'flirteó' en tono de humor con Penélope Cruz, a la que ayer dedicó una canción:

Con tanta preocupación para que no se alargara la gala, como ya señaló la presidenta de la Academia, Yvonne Blake quien deseaba que durase dos horas y media (ha durado casi tres), la Film Symphony Orchestra ha interpretado en directo diferentes temas de películas marcando los tiempos.

Pero esa presencia de la orquesta también ha dejado el escenario más pequeño y sin mucha emoción, sin coreografías y sin toques de humor, ya que solo se ha visto cantar a los actores en dos ocasiones.

Las estatuillas han puesto el broche final a una gala, que Dani Rovira dice que no se ha arrepentido presentar, aunque ha precisado que cerraba su cuenta de Twitter, y en la que una película de baja producción "Tarde para la ira" deja una buena leyenda, se puede luchar y vencer a los poderosos.