La alfombra roja se llena de brillos y deslumbrantes modelitos. Felipe Varela, Elie Saab, Christian Dior, Lorenzo Caprile o Dolores Promesas son los muchos apellidos que los actores y actrices portan en una gala muy esperada, la de los premios Goya. Tacones imposibles, brillantes en perfectos cuellos y recogidos de escándalo les acompañan a ellas, mientras que trajes de lo más original y perfectos mocasines pulidos son el punto fuerte de ellos, también con la piel aterciopelada por el maquillaje.

Pero la alfombra roja de los Goya y su gala posterior, en un gran porcentaje de los casos, es un espejismo. Un baile al más puro estilo Cenicienta en la que las calabazas convertidas en carrozas son muchos de los invitados, y en la que desde casa lo único que se aprecia es el postín de personajes conocidos y de mucho éxito. Pero nada más lejos de la realidad.

Los datos son claros a la par que demoledores. De los actores y bailarines que trabajan habitualmente en el sector, -un 43% del total- más de la mitad no supera los 3.000 euros de ingresos anuales, según datos del año 2016 del 'Estudio y diagnóstico sobre la situación socio-laboral de actores y bailarines en España'. Poco más del 8% puede llegar a fin de mes. Ese total, el 43%, es el que trabajó durante el año 2016. Una cifra que ha ido en detrimento en los últimos años.

Son algunos medios los que a lo largo de los años se han hecho eco de situaciones inverosímiles en torno a la precariedad del sector y la gala de los Goya. Actrices que aprovechan su invitación para poder ir a la peluquería, ya que les sale gratis por lucir peinado en la alfombra roja, o mensajes pidiendo trabajo en lo alto del escenario ante millones de personas ya son cosas habituales en torno a este día.

Y que una mayoría de actores no tenga empleo en su sector no es lo único que sucede. A ello se le suma que quienes sí logran subirse a un escenario o pisar un plató obtienen unos ingresos muy modestos, a menudo ínfimos. Del total de actores y actrices españoles, solo el 8,17% cobran 12.000 euros anuales y, en consecuencia, pueden vivir de esta profesión. Si colocamos el listón en quienes cobran 30.000 o más euros al año y disfrutan de cierta holgura económica, resulta que hablamos de apenas el 2,15% del colectivo.

Además, entre los que cobran por su trabajo como actores, más de la mitad -el 53%- no supera los 3.000 euros anuales. En concreto, el 29% obtuvo menos de 600 euros durante todo el año -una media de 50 euros mensuales-, mientras que otro 24% se quedó en la franja entre los 601 y los 3.000 euros. El desplome es evidente en este sentido: quienes obtenían menos de 3.000 euros al año eran el 34% en 2002 o el 45% en 2010.

Según el estudio, "los actores y actrices españoles buscan otras fuentes de ingresos. El 46% tiene habitualmente un empleo al margen de la profesión artística. El 13% encuentra ocupaciones más o menos relacionadas con el sector y el 33%, en trabajos que nada tienen que ver con los platós o los escenarios".

Un sector que ha sufrido mucho con la crisis económica y que ha llevado a sus profesionales a lanzarse a mundillos de otro tipo. "Los empleos ajenos al sector más habituales entre nuestros actores son, por este orden: docente, comercial, camarero, administrativo, autónomo, enseñanza de idiomas, hostelería, sanidad, teleoperador, traducción y azafato". Aunque esto no sirve para que un total del 32% de ellos se encuentren por debajo "del umbral de pobreza" con unos ingresos de 600 euros anuales, algo irrisorio en cualquier tipo de empleo.

Por otro lado, las mujeres, las que más brillan en la alfombra roja de los Goya y son miradas con lupa por la prensa rosa que critica o alaba sus estilismos, son las que peor paradas salen en el mundillo del cine y el arte. "En la tasa de desocupación como artistas, la cifra se eleva al 51,6% entre ellas y desciende hasta un 45,4% entre los varones". Según reza el informe, "las actrices trabajan menos días al año que los hombres, cobran menos, se enfrentan con mayor frecuencia al problema de trabajar sin contrato y sufren una inserción laboral más débil".

Ni hipotecas, ni gastos o ni siquiera pagar un arreglo en casa. Los actores y actrices de España viven en precario y es un hecho. Y aunque las caras jóvenes son las que más trabajo consiguen, como en otros muchos sectores laborales, son sus bolsillos los que reciben el llamado sueldo de becario. A través del estudio llegan a una conclusión clara: "La situación es difícil y poco halagueña". Disfruten de la 'red carpet'.