El actor Roberto Álamo protagoniza 'Alegría, tristeza', película que se estrena este viernes 16 de noviembre en salas, y que muestra las consecuencias en un bombero del atentado del 11-M en Atocha, "la mayor sacudida" de España en los últimos años "sobre la que no es fácil hablar".

"Es verdad que en otras culturas es más sencillo llevar al arte los traumas nacionales, aquí no es tan usual --aunque sí se hable de otros traumas políticos como (la corrupción) en películas como 'El Reino'--. De todas formas, imagino que poco a poco se empezará a hablar más de ello", ha explicado.

Álamo desconoce los motivos de este hecho --"¿se ha hecho algún documental sobre esto desde que ocurrió?, ha cuestionado--, que para él supone la mayor sacudida de este país en la historia reciente, desde la muerte de Franco hasta ahora y luego todo lo que surgió alrededor".

En cualquier caso, Álamo ha recordado que el atentado es "un tema tangencial" de 'Alegría, tristeza', donde su personaje --un bombero que pierde a su mujer en el ataque a la estación de Atocha y debe cuidar a su hija-- sufre la incomprensión de su entorno y profesionales ante la alexitimia, enfermedad que impide entender las emociones.

Manuela Vellés, Andrés Gertrudix o Maggie Civantos, entre otros, completan el reparto coral de esta película dirigida por Ibon Cormenzana (productor de películas como 'Blancanieves').

"La película plantea cómo ven los demás la enfermedad mental, pero una de las cosas más curiosas de la alexitimia es que aproximadamente un 10% de la población mundial padece este trastorno en mayor o menor medida. Cuando hablamos de las emociones ¿cuánta gente las expresa de manera adulta?", ha cuestionado.

La crisis migratoria

De hecho, Álamo se ha mostrado convencido de que "la gente que maneja los hilos" en los Gobiernos "dan muestras de cierta alexitimia". "La gran crisis que ha sacudido al mundo estos años tiene nombres y apellidos, hay responsables. Esa gente ha tenido que anular las emociones y adquirir la alexitimia par hacer lo que hacen".

El actor, ganador de dos premios Goya, ha puesto como ejemplo aquellos dirigentes que tienen que decidir sobre inmigrantes que están a la deriva en el mar. "Primero sácalos del mar y, una vez en tierra, ya discutiremos si los mandamos a su país", ha criticado, tras explicar que "una mala persona es la que sabe que con sus acciones más de la mitad del mundo estará jodida y aun así lo hace".

El corazón "blandito"

"Cristina Rota decía que no importa el físico que tengas si tienes el corazón blandito, porque ese es el problema, cuando se te endurece el corazón y todo te da igual. Tengo la sensación de que algunos dirigentes del mundo sin duda han tenido que dejar de lado su parte humana para hacer lo que hacen", ha aseverado.

En cualquier caso, Álamo es consciente de que el día a día en esta sociedad obliga a veces a olvidar las acciones violentas. "Yo mismo puedo estar viendo algo terrible en el Telediario y a la media hora estar trabajando, pero es que lo contrario sería una locura: estar todo el día deprimido sin poder hacer nada por lo que has visto en la televisión", ha concluido.