El roscón de Reyes es el postre por excelencia de toda comida de Reyes que se precie. Si quieres degustar uno especial este año, prueba a hacerlo tú mismo de forma fácil y rápida, y sorprende a todos tus invitados. Sigue la sencilla receta que te mostramos a continuación.

Ingredientes:

  • 320 grs. de harina de gran fuerza.
  • 125 ml. de leche.
  • 25 grs. de levadura de panadería.
  • 60 grs. de azúcar.
  • 65 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 2 huevos enteros.
  • Una pizca de sal.
  • 1 cuchara sopera de agua azahar Vahiné
  • 2 cucharadas soperas de azúcar blanca.
  • 1 cucharada sopera de almendra laminada.
  • 1 cucharada sopera de frutas confitadas.

Preparación:

Lo primero es preparar una especie de "masa madre" para que nuestra masa adquiera mejores sabor y textura.

1.- Ponemos la leche en un recipiente y disolvemos en ella la levadura.

2.- En un bol, ponemos cuatro cucharadas soperas de la cantidad total de harina que marca la receta. Hacemos un agujero en el centro y vertemos la leche con la levadura. Se mezcla todo bien.

3.- Tapamos la papilla resultante con un film y dejamos que repose durante aproximadamente 45 minutos.

Transcurrido este tiempo, preparamos la masa definitiva.

1.- Ponemos el resto de la harina en un bol limpio. Añadimos el azúcar, la sal, los huevos batidos el agua de azahar y la masa madre. Revolvemos todo bien con una cuchara y comenzamos a amasar.

2.- Vamos añadiendo la mantequilla en pequeños pedazos. Si la masa se nos pega en exceso a las manos, se puede añadir una cucharada más de harina o mojarnos las manos en aceite.

3.- Amasamos durante 10 minutos y dejamos reposar la masa en un bol engrasado y cubierto con un plástico film.

4.- Pasada una hora, volvemos a amasar y le damos la forma de roscón. Colocamos un aro de emplatar en el centro, de esta forma, conseguimos que mantenga la forma durante el horneado.

5.- Bañamos la masa con huevo batido, repartimos por la superficie el azúcar mojado en el agua de azahar, las frutas confitadas y las almendras.

6.- Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos la masa. Mantenemos la temperatura durante 10 minutos y posteriormente la bajamos a 170 grados durante otros diez minutos. Tras apagar el horno, dejamos el roscón en su interior durante otros 5 minutos.

Una vez pasado este tiempo dejamos que enfríe ¡y ya lo tendremos listo para degustar!