La cebolla es uno de los alimentos más utilizados en la gastronomía española. Lo utilizamos como condimento para guisos y ensaladas, así como para acompañar platos como guarnición.

Los usos de la cebolla son numerosos y es recomendable introducir los diferentes tipos de este vegetal, en función del plato que queramos preparar.

Por ello, aprovechamos estas líneas para explicar qué tipo de cebolla es mejor para cada plato.

Usos de la cebolla amarilla

Este tipo de cebolla es ideal para preparar asados y carnes a la brasa. Además, su sabor y textura son perfectos para incluirla en sopas y salsas.

Usos de la cebolla morada

Esta cebolla es la mejor para comer cruda. Por eso, es la ideal para incluirla en ensaladas, bocadillos o sándwiches.

Usos de la cebolla blanca

La cebolla blanca es la que más sabor aporta a las comidas. Además resulta muy crujiente y es ideal para sofritos.

Usos de la chalota

Este tipo de cebolla se caracteriza por tener un sabor más ligero. Es recomendable para utilizar en la preparación de vinagretas y guarniciones.

Usos de la cebolla dulce

Esta cebolla es la mejor para freír. Por ejemplo, queda perfecta para preparar aros de cebolla.