Cocinar es un arte para el que no todo el mundo tiene la misma pericia. Sin embargo, existen multitud de trucos y consejos para que aquellos que empiezan a poner un pie en la cocina aprendan a preparar platos deliciosos en poco tiempo.

En esta ocasión te traemos una serie de trucos con base científica que te ayudarán, sí o sí, a mejorar fácilmente tus comidas.

Madurar las frutas que están muy verdes

Siempre se ha dicho que una manzana podrida puede echar a perder el resto de la fruta. Pero, ¿Es eso cierto? La verdad es que sí, y el culpable de ello es el gas etileno. Este es el compuesto químico que liberan las frutas y las verduras durante el proceso de maduración.

Aunque su liberación en exceso puede alcanzar a otras frutas cercanas y echarlas a perder, también puede utilizarse para conseguir que algunos alimentos que aún están verdes maduren antes de tiempo si se controla.

Pelar los huevos cocidos rápidamente

Pelar un huevo cocido no parece una tarea muy difícil, pero cuando queremos quitar la cáscara a varios en poco tiempo la cosa puede llegar a complicarse. Para hacerlo mucho más fácil bastará con añadir una pizca de bicarbonato de sodio al agua para aumentar su alcalinidad. Una vez cocidos sólo tendrás que dejarlos enfriar completamente y verás cómo se desprende mejor la cáscara.

Mejorar un café amargo

Está claro que sobre gustos no hay nada escrito, y el café no es una excepción. Unos lo prefieren solo, otros con un poco de leche, a unos les gusta más cargado, a otros más frío... aunque las opciones son muchas, lo cierto es que no todas las papilas gustativas son capaces de soportar la amargura de esta bebida tan popular.

Para solucionar este problema bastará con añadir una pizca de sal al café. Un estudio publicado en 2017 en la revista Nature concluyó que los iones de sodio que se encuentran en la sal suprimen la amargura del café y mejoran su sabor.

Reducir las calorías del arroz

El arroz es uno de los ingredientes básicos en muchas dietas, por ejemplo, en la de los deportistas. Además de por su bajo coste económico, el arroz es también muy popular en la gastronomía española ya que puede servir como plato principal, guarnición e incluso como un delicioso postre.

Aunque el problema del arroz está en las calorías que presenta, cambiando la técnica de cocinado puede manipular el almidón que contiene este alimento y evitar que se transforme en glucosa en nuestro organismo. Un estudiante de una universidad de Sri Lanka llamado Sudhair James descubrió que si se añade un poco de aceite al agua hirviendo antes de echar el arroz y una vez cocido se deja reposar en la nevera, las calorías se reducen casi a la mitad.

Cortar una cebolla sin llorar

Por mucho que intentes evitarlo, seguro que cada vez que picas una cebolla se te escapa alguna que otra lagrimita. Esto se debe a que la cebolla libera una serie de compuestos como encimas y aminoácidos sulfóxidos responsables de esa irritación ocular y lagrimeo. Para que esto no ocurra (o al menos reducir ese lloro lo máximo posible) puedes probar a reducir la liberación de esos componentes refrigerando la cebolla al menos una hora en el congelador.