La aparición de Russian Red a mediados de la década de los dos mil en la escena musical española provocó un tsunami en el panorama independiente nacional desconocido hasta aquel momento. La combinación de talento innato para componer, voz privilegiada y carisma natural de Lourdes Hernández no pasó desapercibida para casi nadie.

Este mismo año, tras un periodo sin música nueva, Lourdes ha comenzado a compartir canciones que serán recopiladas próximamente en un minielepé de ocho cortes. Esas piezas muestran de nuevo el particular imaginario de la cantante madrileña, demostrando que su capacidad de emocionar al oyente sigue intacta. Recurriendo al castellano por primera vez, sus creaciones muestran letras de enorme evocación, atmósferas misteriosas y melodías de belleza trémula. Una nueva vuelta de tuerca para una de las artistas más fascinantes y sorprendentes que jamás hayan salido de España.