Opinión

Agárrame ese bulo

Tal vez el gran bulo sea que todo el mundo está preocupado por la desinformación. Los bulos han existido siempre, la guerra de Cuba se basó en un gran bulo del editor Hearst. Ahora tenemos una preocupación presidencial por los bulos. Pero hay una suerte de ley casi física que podría enunciarse así: toda acción o legislación e incluso intención de un político sobre los medios tiende a propiciar la censura. Al político, por naturaleza, le sabe a poco el halago. Le sobran las críticas. Los bulos han existido siempre, decimos, pero ahora corren más, se reproducen mejor, nacen en más lugares, se expanden con rapidez. También, creo, se extinguen antes. Un bulo persistente se convierte en leyenda urbana. Hay quien quiere una prensa libre y fuerte pero jamás compra un periódico o paga por sus contenidos. La reticencia llega incluso a no querer registrarse gratis para poder acceder a leer los textos completos. Cuando un periódico muere hay más plañideras que lectores. Una crítica al poder no es un bulo. Pero bulos hay y medios que solo propagan falacias, también. Y antiperiodismo. Pero hay productos informativos fronterizos, que a uno les parecen deleznables y son solo opiniones que no gustan. Y a la inversa.

Los bulos son como las enfermedades, nadie las quiere pero hay toda una industria a su alrededor. La lucha contra la enfermedad, el bulo es la enfermedad del periodismo, es también un formidable negocio. Aún no hay hospitales para enfermos de bulo o para bulos que podrían sanar y ser informaciones contrastadas. Todo se andará. O no. Eso mismo, “todo se andará” es un bulo magnífico y de grandes proporciones. Ojalá todo se andara.

Que elabora bulos de manera funcionarial: bulócrata. No es el fabricador de bulos necesariamente abulense. Que hace bulos con desgana: abúlico. Tendente a los bulos con niebla: nebuloso. El bulo en las aplicaciones de citas: soy romántico cariñoso y me gusta pasear y leer. Medio obsoleto de enviar un bulo: bulofax. No propaga bulo el sonámbulo. No es el conciliábulo una reunión de mentirosos El bulo no es hermano de la bula, pero no nos faltan quienes se creen con derecho a inventarlos. Hay quien pontifica sobre las noticias falsas y no ha dado ni una en su vida. Verdadera o falsa.

¿Quién estudia a fondo la desinformación es un experto en información o en desinformación? La política española está instalada en que el bulo son los otros. Los de los otros. La verdad para muchos, exenta de bulos a su juicio, se resume en el “y tú más”. Y no hay visos de cambio.

Suscríbete para seguir leyendo